martes, junio 12

BIOGRAFIA CARLOS PEZOA VELIS



Nació en Santiago el 21 de julio de 1879, en un hogar humilde, y recibió una escasa educación. En 1893 fue alumno del Liceo San Agustín. Posteriormente, estuvo matriculado en el Instituto Superior de Comercio, que debió abandonar en 1898 para enrolarse en la Guardia Nacional, con ocasión de los conflictos limítrofes con Argentina.

De allí que se le considera un escritor
eminentemente autodidacta, pues adquirió por esfuerzo propio el manejo del lenguaje, que haría de él un joven poeta destacado de principios de siglo.

Sus primeras composiciones datan de 1900, imponiéndose por un lenguaje claro y sencillo, y por la temática de expresa intención social. Desde sus inicios, se vio en él a un cantor fiel y directo del pueblo de Chile.


En 1902 se trasladó a
Valparaíso, donde comenzó a colaborar con el diario La Voz del Pueblo, y posteriormente con La Comedia Humana, de Viña del Mar.

Fue en Santiago, en el conocido Ateneo ( local obligado de la bohemia literaria de la época ) que
Pezoa Véliz logró su consagración. Se recuerda una velada en 1904, en la que el poeta cosechó aplausos y un lugar de reconocimiento en las letras chilenas.
 
En forma paralela a su producción poética -publicada esporádicamente en las revistas Instantáneas, Zig-Zag y Chile Ilustrado-, continuó colaborando con el diario La Voz del Pueblo.

En este destacó un conjunto de artículos y reportajes escritos con ocasión de un viaje a la región del salitre (1905). En ellos,
Pezoa Véliz retrató con acuciosidad las dramáticas condiciones de vida de los trabajadores del salitre a comienzos de este siglo.

El terremoto del 16 de agosto de 1906 sorprendió a
Pezoa Véliz en la pensión en que vivía en Viña del Mar, y el derrumbe del edificio lo dejó atrapado y malherido. Después de largos tratamientos y una penosa convalecencia, con estadías en el Hospital Alemán de Valparaíso y en las cercanías de San Felipe, debió someterse a operaciones en Valparaíso y luego en Santiago, en el Hospital San Vicente de Paul.

Fue en este último recinto hospitalario donde se descubrió que estaba gravemente enfermo de tuberculosis. Pese a los
tratamientos costeados en parte por sus amigos periodistas y escritores del Ateneo, falleció de esta enfermedad el 21 de abril de 1908, cuando aún no cumplía 30 años de edad.

Fue gracias a su amigo el periodista
Ernesto Montenegro, que se reunieron y publicaron por primera vez sus poemas en un libro titulado Alma Chilena, en 1911. A este primer esfuerzo, se han sumado otros, logrando reunir no solamente su producción poética, sino también sus cuentos y artículos: Las Campanas de Oro (1920), Poesías, Cuentos y Artículos (1927), y Antología de Carlos Pezoa Véliz (1957). 

( Fuente:  Cristián Guerrero Lira, Fernando Ramírez Morales e Isabel Torres Dujisin.)

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