viernes, junio 12

BREVE INTRODUCION A LA COCINA CHILENA




La cocina chilena tiene influencias de la cocina española y de los nativos que habitaban estas tierras. Al llegar Pedro de Valdivia a Chile trajo lo que serian las bases de la futura alimentación criolla: trigo, cerdos, pollos, bueyes, toros y vacas. Los araucanos proporcionaron las papas, el maíz y el fréjol. Estos ingredientes sirvieron como base y al mezclarse nacieron nuestros platos típicos.

Según han registrado los historiadores, el menú de los conquistadores era suculento. El primer plato que servían era llamado "de resistencia", podía ser carne, ave o pescado. Luego se servía "el guiso abundante" que de preferencia era hecho con papas y choclo. En los inicios de la Colonia ya eran muy populares las humitas, la chuchoca, el pilco y el locro falso: un guiso de papas y algunos otros aderezos. En esta misma época surge la aficción por las algas marinas como el cochayuyo y luche que se servían acompañados con huevos duros.

El pan era de tres clases: tortillas de rescoldo, pan español con mucha grasa y miga, y el pan chileno, que era aplastado y cascarudo. De postre se servían frutas, en especial chirimoyas, frutillas y lúcumas. Almuerzo y comida terminaban con una "aguita milagrosa", de paico para prevenir el empacho y la indigestión, o de quelen para la lipiria.

En el siglo XVII las monjas dieron un gran impulso a la cocina. Hasta hoy vale la expresión "hecho por mano de monja" para expresar que una comida es exquisita.