miércoles, marzo 19

FRASE DEL DÍA


 



LA FIURA

La Fiura es la hija amante contra natura de su padre, el Trauco.

Es igual de contrahecha y horrible como sus progenitores, de grandes mamas y de diminuta estatura (40 a 50 cm.) de larga cabellera negra y sucia, con unos ojos que brillan tras su descomunal nariz. Viste con una prenda de color gris.

Ataca y asalta a los hombres luego de “sacarles el aliento” (un hechizó que les hace para seducirlos). Para hacer esto, se acerca a sus víctimas y respira sobre ellos inhalando su aliento, tomando así control de ellos.

La Fiura tiene un apetito sexual inagotable, como el de su madre, la Condena.

Persigue a hombres viriles e incluso a las bestias; a quienes atrapa con la extraordinaria fuerza de sus miembros delgados y enormes manos cuales grafios, sus brazos tienen la capacidad de crecer y girar en todas direcciones para ayudarla a tal fin. Sus víctimas enloquecen después de ser violadas y si ven su rostro usa su aliento fétido para torcerlas y deformarlas, acto que no puede ser revertido, sólo aliviado por algunos machis y calcu (brujos) poderosos.

Vaga en los bosques y entre los matorrales, en busca del fruto de las espinosas chauras. Se dice que ella se baña en pequeñas cascadas, y después del baño se sienta sobre el musgo, y permanece desnuda durante horas mientras se peina con un peine de cristal o plata muy pulido que brilla con los rayos del sol; este hecho la asemeja a las brujas europeas, de las que se dice que peinan los hermosos cabellos de las jóvenes y los vuelven blancos.

En su búsqueda se apodera de los niños de las familias para criarlos como suyos, y es capaz de arrancar cabeza, manos y miembros a cualquier persona, o con su aire provocar la mayor de las epidemias.

También algunos dicen que de sus relaciones con su padre nacerán más Traucos (varones) o Fiuras (hembras para seguir sus pasos. También se le culpa de raptar y desaparecer niños, a los que transforma similares a sus hijos. Si se atrapa a uno de estos Traucos, estos pueden ser colgados sobre un fogón, transformado en palo, destila un aceite mágico que sería un remedio excelente que frotado a las víctimas puede eliminar los maleficios del Trauco y de la propia Fiura.

También se dice que se podía seguir el rastro de Fiura por las cantidades de comida que deja a su paso, su alimento preferido son las espinosas chauras. Su fuerza y su destreza era tal, que los hombres temían combatir con ella en el bosque, ya que decían que era como atacar a una sombra.

Las familias del sur de Chile temían a la Fiura, ya que está adoptaba posturas imposibles y mostraba muecas a todo aquel que se encontraba con ella. Su rostro era impenetrable, con ojos tan rasgados que apenas se le veían claramente, y su enorme nariz tapaba su cara por completo. Se dice de ella que era coqueta a pesar de que su fealdad era comparable a las peores pesadillas de los hombres. Solía danzar por los pantanos, y parar para ver su feo rostro reflejado el algún charco. Para después peinarse con un peine de plata.

La leyenda de la Fiura cuenta que era imposible curar las heridas que podía crear, tan solo en contadas ocasiones. Se trataba de un ritual que solo los machis, consejeros del antiguo pueblo Mapuche, eran los sacerdotes capaces de contrarrestar las heridas causadas por la fuerza de la Fiura. Sus ordenanzas decían que para salvar el mal causado por el ataque debían raspar su piel con piedras de mármol de iglesias antiguas. Para las deformaciones que podía causar era preciso recoger una rama de enredadera al amanecer, rama que luego era llevada hasta el enfermo y golpeada con fuerza hasta que brotase la savia. Después la rama debía ser lanzada al mar y esperar la recuperación del enfermo.

Esta leyenda está muy extendida por Chile, formando parte de su folklore y sus costumbres. Algunos cuentan que son varias las figuras que llegaron a existir, y su poder era tal que ningún hombre podía luchar realmente contra ella, y solo los sacerdotes y magos eran los encargados de enfrentarse a su malicia.

Mezcla entre historia y mitología, la Fiura es un personaje legendario dentro de la historia antigua de Chile, sobre todo para los habitantes del sur, cercanos a la Patagonia.



(Leyenda Chilota)