lunes, agosto 31

LA BANDERA CHILENA






El origen de nuestra actual bandera marcó el hito de la Independencia de Chile, puesto que fue izada por primera vez en forma pública el 12 de febrero de 1818, durante la solemne proclamación de la Independencia, en la que también se dio inicio al rito del juramento de la bandera.
Nuestro pabellón patrio fue concebido por el ministro José Ignacio Zenteno durante el gobierno de don Bernardo O Higgins y fue diseñado por el militar español Antonio Arcos.
Los colores rojo, azul y blanco representan respectivamente la sangre vertida durante la guerra de la Independencia, el nítido azul de nuestro cielo (hoy en Santiago ya no tan azul) y las puntas nevadas de la Cordillera de Los Andes. La estrella de cinco puntas simboliza a los poderes del Estado que velan por la integridad de la Patria y el fondo azul donde ésta descansa corresponde exactamente a un tercio del tamaño de la parte inferior de color rojo.

INTENTOS ANTERIORES

Antes de contar con la actual bandera nacional existieron otras dos, las que nunca llegaron a legalizarse. La primera surgió en la época histórica conocida como la Patria Vieja, como distintivo de los patriotas liderados en ese momento por José Miguel Carrera. La conformaban tres franjas horizontales de colores azul, blanco y amarillo, las que representaban los tres poderes del Estado: majestad, ley y fuerza. Sin embargo, este símbolo patrio no logró sobrevivir a la batalla de Rancagua, la que marca el final de la Patria Vieja.
El segundo pabellón fue instaurado tras la Batalla de Chacabuco, el gran triunfo de los independentistas que dio origen al período de la Patria Nueva el 12 de febrero de 1817. Mantuvo la misma estructura que el anterior, las tres franjas horizontales, pero cambió el color inferior amarillo por el rojo. Esto se debió a la influencia de los versos de don Alonso de Ercilla. Al igual que la anterior, esta nueva bandera nunca pudo legalizarse, entre otros motivos, porque se parecía mucho a la de Holanda.

USO DE LA BANDERA

Con excepción de los días 21 de mayo y 18 y 19 de septiembre de cada año, en que deberá izarse obligatoriamente y al tope, ninguna persona ni reunión de personas podrá usar en público y enarbolar en los edificios públicos o particulares la Bandera Nacional sin la correspondiente autorización.
En el exterior de los edificios o construcciones, la Bandera Nacional se expondrá en ejemplar de tamaño proporcionado en buen estado de conservación y limpieza. Se la enarbolará en un asta de color blanco, cuya longitud no será inferior a cuatro tercios de su vuelo de izada al tope, salvo el caso de lo dispuesto en el inciso tercero de este artículo.

Cuando no fuere posible izarla en un asta o mástil, se la colocará extendida totalmente en forma horizontal o vertical, debiendo quedar en ambos casos, el cuadro azul en la parte superior y a la izquierda del espectador.
Si la Bandera Nacional hubiere de acompañarse de pabellones de otras naciones, se procederá como sigue:
a) Cuando sólo sea uno el pabellón extranjero se la ubicará a la izquierda del espectador.
b) Si está acompañada de un número par de pabellones extranjeros, ocupará el centro de ellos.
c) Si se coloca junto a un número impar, ocupará el primer lugar al lado izquierdo del espectador, u otra ubicación en forma que destaque.
d) En todo caso, el ejemplar expuesto de la Bandera Nacional no podrá ser inferior en tamaño a los demás, ni colocarse a menor altura que éstos.
Cuando fuere preciso izar y arriar la Bandera Nacional en alguna ceremonia con concurrencia de banderas extranjeras, se la izará la primera y se la arriará la última.

( Fuente: www.chile.com )