jueves, septiembre 13

EL COPIHUE: NUESTRA FLOR NACIONAL



 La flora chilena se caracteriza por ser amplia y muy atractiva. Pero de todas los ejemplares del reino vegetal de este país, hay uno muy particular: copihue.
El copihue es una flor nativa de Chile, de color rojo, rosado o blanco. Tiene forma de campana y sus hojas se abren en el verano. Su pistilo siempre apunta hacia abajo y a veces nace de él un fruto con forma de baya que las antiguas comunidades mapuches comían. Se puede encontrar en el sur del país, en las zonas más boscosas de las regiones australes, aunque antes era muy común en la zona centro también. Su nombre proviene del vocablo mapuche “kopiwe”, que significa “estar boca abajo”. Su ambiente natural lo constituyen los lugares húmedos y rodeados de vegetación.

El copihue nace de una planta de enredadera que puede alcanzar hasta diez metros de altura, al encaramarse sobre arbustos y árboles. Las hojas de esta hiedra trepadora son de color verde oscuro y miden entre 10 y 15 centímetros. El copihue florece durante los meses de primavera y verano. Su flor puede alcanzar a medir hasta 10 centímetros, está compuesta por seis pétalos que en conjunto dan la típica forma de campana. Dependiendo del lugar, adopta colores como el rosado, blanco o rojo intenso. Esta última es la más común de todas.

En el pasado, el copihue era más abundante en los campos chilenos. Por lo mismo, era muy común verla en las fiestas campesinas de toda índole. De ahí se adoptó la cultura de cortarlas y usarlas como adorno.

También en el período independentista sirvió de inspiración para muchos soldados de los ejércitos libertadores chilenos, quienes debían esconderse en pleno bosque para organizar las batallas. En esos parajes se maravillaban con la presencia del copihue. Sin embargo, esta especie no siempre fue parte de nuestros emblemas. Recién el 24 de febrero de 1977 se oficializó al copihue como la flor nacional. Hasta antes de eso, Chile nunca había declarado tal condición a planta alguna.

El copihue también atrajo la atención de los inmigrantes europeos, y se dice que algunos lo exportaron a Europa durante el siglo XIX. En esa época se comenzó a cultivar en Inglaterra y en Francia, donde se utilizaba para adornar jardines y para comercializar su fruto. En la actualidad aún se mantienen plantaciones de copihue en dichos países.

Su lento florecimiento (desde su nacimiento, la enredadera tarda cerca de 10 años para dar un copihue) ha implicado que hoy se le considere como una especie en serio peligro de extinción. Por lo mismo que dentro de los límites chilenos está prohibida su comercialización, tenencia y/o corte.

En la época de fiestas patrias el copihue se convierte en un símbolo de la chilenidad infaltable. Recordando los tiempos independentistas, las fondas y ramadas se adornan con hermosas réplicas de plástico o dibujos de esta flor. Su presencia tiñe de un ambiente patriótico a cualquier lugar y por eso cada vez que aparece un copihue, a todos les dan ganas de bailar una buena pata de cueca. Quizás sintieron lo mismo los grandes héroes nacionales. 


( Fuente: educarchile.cl )

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