domingo, septiembre 9

BIOGRAFIA: ISRAEL ROA



Pintor chileno, nacido en Angol (provincia de Malleco) el 28 de mayo de 1909, Premio Nacional de Arte en 1985, perteneció a la Generación chilena del 40 y está considerado uno de los mejores acuarelistas de su país, destacando en los géneros del paisaje, retrato y naturalezas muertas.
Israel Roa ingresó con dieciocho años en la Escuela de Bellas Artes de Santiago, centro en el que tuvo como maestros a Juan Francisco González y Richon Brunet, entre otros. Tras graduarse ganó una beca Humboldt (1937) que le permitió completar su formación en Alemania, en la prestigiosa Academia de Artes de Berlín, donde aprendió la técnica de pintura al fresco. Dos años más tarde, a su regreso a Chile fue nombrado profesor de Acuarela en la Escuela de Bellas Artes, una función que desempeñó durante las tres siguientes décadas. En 1941 volvió a obtener una beca de estudios que le llevó hasta Brasil; el arte colorista y alegre de este país ejerció una fuerte influencia en la definición de su propio estilo, al igual que anteriormente lo había hecho el conocimiento de los maestros expresionistas alemanes. Por motivación artística y edad, Roa perteneció a la denominada Generación del 40 de la pintura chilena, integrada entre otros por Carlos Pedraza, Sergio Montecino y Ximena Cristi, con quienes compartió la devoción por los paisajes naturales de su país, al margen de diferencias estilísticas.

Durante sus muchos años de quehacer artístico y docencia Israel Roa se convirtió en una referencia para posteriores generaciones de acuarelistas chilenos, entre los que ha destacado Reinaldo Villaseñor, y obtuvo numerosos reconocimientos que culminaron con la concesión del prestigioso Premio Nacional de las Artes en agosto de 1985. Además de este último, Roa fue galardonado a lo largo de su trayectoria con la Medalla de Oro de la Exposición de Pintura del periódico La Nación (1930); el Primer Premio del Salón Oficial de Santiago (1933, 1941 y 1943); la Tercera Medalla de la Exposición de Artes Plásticas del Cuarto Centenario de Valparaíso (1937); la Medalla de Oro, con mención en dibujo y acuarela, de la Exposición de Arte Chileno de Buenos Aires (1940); el Primer Premio del Salón Oficial de Viña del Mar (1942); el Primer Premio del Concurso Marcial Martínez (Santiago, 1945); el Premio de Honor del Salón Oficial de Santiago (1946); la Medalla de Oro de su ciudad natal, Angol (1946); el Premio de Honor del Salón de Verano de Viña del Mar (1955), y el Premio Nacional de la Crítica (1972).

Considerado uno de los mejores pintores en acuarela de Chile, honor que a juicio de los especialistas comparte con Hardy Wistuba, Fernando Morales y Ricardo Anwandter, Israel Roa es autor de una obra vivamente expresionista que tiene en los paisajes típicos chilenos, ya sean bosques, campos o escenas populares, su tema preferido. La riqueza cromática, aplicada con brochazos intensos y vibrantes, es su rasgo más distintivo y evidencia la influencia que sobre él tuvieron los expresionistas alemanes; la espontaneidad y contundencia del dibujo, poco inclinado a detenerse en los detalles, junto con la síntesis figurativa que alcanza en algunas de sus obras (La Pampilla de Coquimbo) son otras notas que denotan el marcado acento contemporáneo del artista, que se aleja así de los cánones tradicionales de la representación predominantes en la generación anterior. Entre sus cuadros más representativos se encuentran 18 de septiembre, Figura, El Día del Pintor (exhibida en el MOMA de Nueva York), Ventanal, Lomas de Temuco, Cementerio de Angol y Las viudas de Rapa Nui.

( Fuente: http://www.mcnbiografias.com )

 

ARTE NACIONAL: 18 DE SEPTIEMBRE - ISRAEL ROA


Autor: Israel Roa
Técnica: Óleo sobre tela
Colección: Museo Nacional de Bellas Artes

Israel Roa fue compañero de generación de Sergio Montecino y Roser Bru con quienes compartió la cercanía con las temáticas populares ingenuas y formalmente la utilización de técnicas expresionistas. En “18 de septiembre” Roa presenta sus preferencias estéticas en donde un vigoroso expresionismo figurativo de elementos voluptuosos y un sólido dibujo sirve de soporte a un motivo popular y nacional.


( Fuente: portaldearte.cl ) 

ENSALADA A LA CHILENA



- INGREDIENTES
 
2 cebollas medianas
3 tomates
1 aji verde
1 ramito de Perejil fresco
Sal, pimienta
Aceite de oliva, vinagre

- PREPARACION

 
Primero vamos a picar la cebolla y la pondremos a remojar en agua fria con vinagre mas o menos una 1/2 hora. Una vez pasada la media hora escurrela y secala con papel absorbente.

Pela los tomates hermosos y cortalos en pequeños trozos alargados.

Ahora solo tienes que picar el aji verde y mezclar la cebolla junto con el tomate, aliña con sal, pimienta y aceite de oliva .

Por último solmente añade por encima un poco de perejil fresco picado finito


JUEGOS TIPICOS: EL EMBOQUE


El emboque es un juguete de madera con forma de esfera o campana con un agujero de cuatro a cinco centímetros de profundidad. De su cuerpo sale un cordón delgado en cuyo extremo tiene amarrado un madero o palito que habrá que tratar de meter al agujero del emboque.

 El juego consiste en tomar el madero de forma vertical con una mano, de manera que el emboque quede colgando. Con el movimiento del brazo el emboque comenzará a adquirir un movimiento oscilante.

 El emboque tiene que ser lanzado al aire. La idea es que el madero logre entrar al agujero. Esto es el "emboque". Se juega de manera individual o con más personas. Gana quien hace más número de emboques ininterrumpidamente.

 Hay diferentes tipos de embocadas que se conocen con el nombre de simple, doble, vertical, mariquita, puñalada, purtiña o dominio del revés.



MITOS Y LEYENDAS: LEYENDAS DE PIRATAS


 * El tesoro de Guayacán:

En 1578 el corsario Sir Francis Drake descubrió la bahía de Guayacán, conocida popularmente como bahía de la Herradura por la forma geográfica que toma.

Este lugar fue el refugio y punto de reunión de muchos piratas entre los que destacan Thomas Cavendish, Jorge Anson, Bartolomé Sharp, Eduardo Davis y John Hawkins, todos ellos, incluyendo a Drake, expertos en asaltar y emboscar galeones españoles que transportaban los tesoros y riquezas que eran llevados desde América a Europa. Los hechos que se sucedieron en la bahía de Guayacán fueron tan extraordinarios que llegaron a transformarse en leyenda, siendo los relatos de tesoros los más conocidos.

Según cuentan uno de esos barcos piratas, que cruzaban el Estrecho de Magallanes o daban la vuelta por el Cabo de Hornos, dejaron enterrado un increíble tesoro.

Numerosas han sido las excavaciones realizadas para tratar de encontrar las riquezas sepultadas en algún lugar de la bahía de Guayacán. Pero los resultados han sido infructuosos.

La tradición cuenta que los corsarios del siglo XVII enterraron grandes tesoros. El objetivo de los buscadores ha sido encontrar el tesoro y descubrir una mina de oro que fue trabajada por los propios piratas.
 

* El tesoro del "Santiaguillo":

En el puerto de Los Vilos fondeó un día el barco español "Santiaguillo". En él venían tesoros fabulosos procedentes de Perú. Una de sus lanchas, cargada de valiosas riquezas encalló. El mar y el tiempo se encargaron de sepultar el tesoro en la playa.

Relatan algunos pescadores que extraen sus productos en la zona que han visto una embarcación llena de tripulantes, asegurando que son las almas de los marineros del "Santiaguillo" que no han sido sepultados y que piden descanso. El descanso según la leyenda llegará para esas almas cuando alguien descubra el tesoro.
 

* El tesoro de sir Francis Drake:

La cueva del más famoso de los piratas que llegó a Chile se encuentra en el sector costero de Laguna Verde, en la V Región. Ahí entre quebradas y roquerios escondía sus tesoros. Los pescadores dicen que no se puede entrar. Una de las entradas a la cueva se abría en Valparaíso, en la calle Esmeralda. Cuentan que ese lugar estaba habitado por un chivato monstruoso de singular fuerza que salía en las noches a atrapar a cuanto incauto pasaba por la zona. Los llevaba a la cueva y se encargaba de volverlos locos. Además hay versiones que agregan que el chivato tenía encantada a una muchacha y quien osara desencantarla debía correr ciertos riesgos.