viernes, diciembre 14
"LA LEYENDA"
El primer árbol
de navidad fue decorado con sangre. O al menos esa es una de las leyendas
que se tejen en torno a este árbol que todas las navidades es colocado en la
mayoría de los hogares de América y Europa. Esta leyenda
menciona que en la Alemania precristiana se realizaban dos ritos: el
primero al Dios Odín ( “padre de todos” según la mitología escandinava).
Su rito consistía
en que un grupo de guerreros se reunía en torno al roble sagrado de Odín
y a manera de tributo, ofrendaban las vidas de los prisioneros de guerra.
El segundo rito estaba dedicado al Dios Thor, (hijo de
Odín. Considerado como el más fuerte de todos los Dioses nórdicos). En su
nombre realizaban una ceremonia con pencas de palma de doce hojas, cada una de
las cuales representaba un mes del año. Al finalizar la ceremonia, encendían
la punta de cada hoja y apilaban las palmas en forma de pirámide formando una
hoguera en su honor.
Pero estos ritos sufrieron un cambio importante a
partir del siglo VII, con la llegada a Alemania de un monje que fue conocido
como: San Bonifacio. Al darse cuenta de los sacrificios humanos que practicaban
los nativos en el roble dedicado a Odín, San Bonifacio decidió usar un abeto
para evangelizarlos a través de él. Aprovechando su forma triangular, logró
transmitirles el concepto de la santísima trinidad
(Dios padre, hijo y espíritu santo). También, poco a poco consiguió
que los nativos se convirtieran a la religión cristiana y que empezaran a
venerar este abeto como el árbol de Dios, así como antes veneraron el roble
como el Dios Odín.
Según estas leyendas, estos fueron los primeros pasos
para el nacimiento del “Árbol de
navidad” que conocemos hoy en día, ya que es la primera vez que se usa
como un ícono relacionado con la cristiandad. Pero, ¿cómo se transformó éste
árbol en lo que es ahora?
(Fuente: Ramón Talavera Franco)
"PRIMEROS ÁRBOLES DE NAVIDAD"
En
lo que se refiere a su ornamentación, se afirma que fue Martín Lutero
(1483-1546) quien “inventó” el árbol de navidad. Según la leyenda, una noche en la que Lutero
regresaba a casa, observó que la luz de las estrellas centelleaba en las ramas
de los árboles cubiertos de nieve. Esto le hizo recordar la estrella de Belem
que guió a los pastores la noche en que nació Jesús e inspirado por esta
imagen taló un árbol, lo llevó a su casa y lo decoró con velas, nueces y
manzanas tratando de explicar así los dones que los hombres recibieron con el
nacimiento de Jesucristo.
Al correr de los años,
esta idea se esparció por algunas provincias de Alemania y para el siglo XVI,
la gente ya empezaba a tener la costumbre de colocar un abeto en sus hogares.
Pero
como estos abetos necesitaban de decoración, se comenzaron
a inventar adornos, naciendo así los
mercados de objetos de navidad en algunos pueblos de Alemania. En estos
mercados, la gente compraba regalos, comida, pan de jengibre y adornos de velas
para colocarlos al pie de sus árboles. Y las familias comenzaron a tener la
costumbre de reunirse en torno al árbol
de navidad, como empezó a llamarse.
Fue entonces cuando el 24 de Diciembre, fecha del natalicio de Jesucristo, se
empezó otra tradición: llevar a los niños de paseo o de día de campo, para
que los adultos pudieran colocar y decorar con dulces y juguetes el árbol. Así
a su regreso, los niños eran sorprendidos con el árbol y sus regalos, dando
inicio la celebración de la fiesta de navidad.
En
Inglaterra el árbol de navidad llegó hacia 1846 gracias al matrimonio del Príncipe
Alberto (alemán de nacimiento) con la Reina Victoria. Debido a que el árbol
de navidad ya era una costumbre arraigada en Alemania, el Príncipe Alberto
decidió pasar sus navidades como lo hacía en su país. Por ello, pidió que se
colocara un inmenso árbol de navidad
en el castillo de Windsor y fue tal su aceptación que pronto se propagó a la
clase media y luego a las clases trabajadoras.
En
esa época inició otra costumbre: que las mujeres realizaran las decoraciones
navideñas en sus casas, siendo algunas de ellas: ángeles, pequeñas bolsas que
contenían regalos secretos, canastas con almendras azucaradas y velas.
Después de la muerte de
la Reina Victoria, el pueblo se puso de luto y se dejaron de poner los árboles
en las casas por un tiempo, pero prontamente se recuperó esta tradición e
Inglaterra volvió a iluminar sus hogares con los árboles de navidad.
(Fuente: Ramón Talavera Franco)
" ÁRBOLES DE NAVIDAD EN LOS SIGLOS XIX Y XX "
Debido a la cada vez mayor tala de árboles, se empezaron a inventar los árboles de navidad artificiales. Comenzaron a ser importados de Alemania a América alrededor de 1880 a través de tiendas como FW Woolworth. Fueron seguidos por patentes de luz eléctrica y ganchos de metal para colgar las decoraciones.
Estos primeros árboles
eran pequeños, pero a finales del siglo 19, comenzaron a
fabricarse árboles cada vez más grandes. Esto marcó un hito en la
sociedad, convirtiéndose en un símbolo de estatus: mientras más grande era el
árbol, más opulenta era la familia. Y con respecto a los adornos ¡ni se diga!
Fue la época en la que se sobrecargaban los árboles con todo tipo de
decoraciones.
En ese entonces el mercado
de árboles y adornos de navidad empezaba a expandirse por toda América y
Europa, pero durante la primera guerra mundial, los árboles de navidad tuvieron
que ser guardados en sus cajas en espera de la ansiada paz. En Inglaterra, por
ejemplo, algunas familias optaron por decorar pequeños árboles y colocarlos en
sus refugios, como una manera de aligerar su espera, pero al finalizar la
guerra, inmensos árboles de navidad decoraron las plazas públicas y los
hogares.
A mediados de los años
60’s, las ideas modernistas acapararon el mercado de los árboles de navidad y
empezaron a crearse los árboles de aluminio plateado, pero hacia los años
70’s se recobró el gusto por los árboles naturales.
Ahora, en pleno año 2000,
los materiales, tamaños y formas de los árboles de navidad son muy variados.
Los fabricantes compiten por hacer adornos cada vez más llamativos y las
tiendas llenan sus anaqueles con esferas, muñecos, ángeles, Santa Clauses que
ríen y bailan; luces de colores con o sin música y toda una industria que
crece día a día en torno a la navida
d.
( Fuente:Ramón Talavera Franco)
" LOS ARBOLES Y SU SIGNIFICADO ".
En
muchas religiones, sobretodo las orientales, el árbol es un signo de encuentro
con lo sagrado, del encuentro del hombre con la divinidad y de la divinidad con
el hombre. En mesoamérica, el árbol guarda un significado místico; inclusive
consideraban el ahuehuete como árbol sagrado. Las tribus nórdicas europeas y
americanas tenían árboles sagrados alrededor de los cuales se reunían para
ritualmente entrar en comunión con Dios.
Por ello, el árbol de navidad también tiene varios significados religiosos. Ha sido utilizado como símbolo de la unión del cielo y la tierra, nos recuerda la redención y se asocia con el árbol de la vida, que lucía en medio del jardín del edén. Las esferas simbolizan los frutos del Árbol vivo que es Jesús y sus decoraciones nos recuerdan las gracias que el hombre tenía cuando vivía en el paraíso en completa amistad. Las luces que se encienden y se apagan representan la luz de Cristo, el estado paradisíaco que del amor de Cristo.Y la estrella que se coloca en la punta del árbol, representa la estrella de Belem que anuncia la redención de la humanidad.
(Fuente: Ramón Talavera Franco)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)