( desmotivar.com )
sábado, agosto 25
MITOS Y LEYENDAS DE CHILE: LA PINCOYA
Huenchula era la esposa del rey del Mar. Vivía con él desde hacía un año.Acababa de tener una hija, y quería llevarla a casa de sus abuelos, en tierra firme.Iba recargada, porque además de su bebé traía muchos regalos.
Su esposo, el Millalobo, los enviaba para sus suegros. Era una disculpa por haber raptado a su hija.
Huenchula tocó a la puerta de la cabaña. Desde que le abrieron, hubo
un alboroto de alegría. Palabras superpuestas a los abrazos. Risas
lagrimeadas. Frases interrumpidas.
Los abuelos quisieron conocer a su nieta. Pero estaba cubierta con mantas.Huenchula les describió cada una de sus gracias. Les hizo escuchar sus ruiditos.
No los dejó verla.Sobre su hija no podían posarse los ojos de ningún mortal.
Los abuelos entendieron. Esta nieta no era un bebé cualquiera. Era la
hija del rey Mar. Por lo tanto, tenía carácter mágico y la magia tiene
leyes estrictas.
Pero cuando su hija salió a buscar los regalos y los dejó solos con la bebé, por un ratito nomás, los viejitos se tentaron.
Se acercaron a la lapa que servía de cuna de su nieta y levantaron
apenas la puntita de las mantas para espiar. Total, ¿qué podía tener de
malo una miradita?
La bebe era como el mar en un día de sol. Era un canto a la alegría.No querían taparla de nuevo, ni sacarla de su vista.
En eso regresó Huenchula, vio a su hija y gritó.
Bajo la mirada de sus abuelos la pequeña se había ido disolviendo, convirtiéndose en agua clara.
Huenchuela se llevó en la lapa las mantas, y a su bebé de agüita. Se fue llorando a la orilla.
En el mar volcó despacio lo que traía. Luego se zambulló y nadó entre
lágrimas y olas hasta donde estaba su marido, que la esperaba calmo y
profundamente amoroso.
El Millalobo la tranquilizó.
—¿Por qué no miras hacia atrás?
Ahí estaba la Pincoya, su hija. El mar la había hecho crecer de golpe.Era una adolescente de cabellos dorados, con el mismo encanto de un bebé estrenando el mundo.
Desde entonces, la Pincoya habita el mar, con su apariencia adolescente y bonita.Es un espíritu benigno.
Cuando una barca de pescadores es atrapada en una tormenta, la que apacigua los ánimos es la Pincoya.
Cuando hay problemas lejos de la costa, la que ayuda a encontrar el rumbo es la Pincoya.
Cuando alguien naufraga, lo rescata la Pincoya.
Acompañada de sus dos hermanos, la Sirena y el Pincoy, se asegura de que los náufragos regresen a sus hogares con vida.
Pero a veces, hasta ellos tres llegan tarde.
Entonces, toman los cuerpos sin vida y los llevan suavemente hasta el
Caleuche, el buque fantasma habitado por los hombres que nunca
abandonarán el mar.
Las noches de luna llena, son noches de promesa.
La Pincoya, vestida de algas, baila en la orilla.
Si baila de espaldas al mar, habrá escasez de pesca.
Si baila frente al mar, habrá abundancia de peces y mariscos.
Y si alguien tiene la suerte de verla bailar, esa persona tendrá magia en su vida.
( Fuente: Recopilación, Graciela Rapún; Artista Plástico: Kiny Lamas Braham )
SALSA DE CILANTRO Y TOMATES
- INGREDIENTES:
1 atado de cilantró finamente picado
3 cebollas cortadas en trozos pequeños (cuadraditos )
3 tomates medianos, pelados y picados finamente ( cuadraditos )
1 pimiento verde, sin semillas ni venas, picado finamente ( cuadraditos )
1 diente de ajo, picado
1 cucharada de vinagre de vino tinto
2 cucharadas de aceite de oliva
½ cucharadita de sal marina
½ cucharadita de pimienta negro
1 cucharada de agua
- PREPARACIÓN:
Mezcle todos los ingredientes en un tazón.
Deje reposar durante 30 minutos para que los sabores se mezclen.
Puede servirse cuando esta recién preparado, tendrá una duración de 2 a 3 días en el refrigerador.
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