viernes, diciembre 6
HISTORIA DE LOS VILLANCICOS
De todos ellos, se desarrolló con más fuerza el que hablaba de la Navidad y ha llegado hasta nuestros días, donde no pueden faltar en cualquier celebración que recuerde el nacimiento Niño Dios.
Por estos días, los super éxitos musicales de los artistas top deben dejar su lugar a esas canciones que, año tras año, se tararean
y cantan durante la Navidad. Es tal su éxito, que incluso se usan en los ring tones de los teléfonos celulares.
Es que los villancicos, construcciones poéticas y musicales de carácter popular y de estructura sencilla, cuya existencia data de tiempos remotos, aún mantienen toda su pureza, originalidad y sensibilidad.
Forman parte de la cultura literaria y musical de pueblos cristianos y se refieren al nacimiento de Jesucristo, a la vida de la Virgen María, al canto de los ángeles por el nacimiento de Jesús y a cualquier tema relacionado con la venida del hijo de Dios a este mundo.
De acuerdo a algunos historiadores, el villancico surgió aproximadamente en el siglo XIII, siendo difundido en España en los siglos XV y XVI, y en Latinoamérica desde el siglo XVII.
Al comienzo fue una forma poética española, que significaba “canción de la villa” o “canción campesina”, ya que según parece fue un canto rústico de villanos o aldeanos, quienes los utilizaban en sus fiestas como registro de los principales hechos de una comarca; de la vida cotidiana de los pueblos.
Pero a lo largo de la historia, el villancico sufrió muchísimas transformaciones, hasta que, a partir del siglo XIX, su nombre quedó exclusivamente para denominar a los cantos que aluden al misterio de la Navidad.
* Ayer y Hoy:
En la actualidad, la temática del villancico se concentra en la fiesta de Navidad y en sus personajes (El niño, la Virgen María y San José, los Reyes Magos, los pastores, el pesebre, etc.). Algunos de los más difundidos son “Gloria cantan los querubes”, “La virgen lava pañales”, “Jubilosos corred pastorcitos” y “Venid a ver”.
Los villancicos recorrieron un largo camino para llegar hasta lo que conocemos hoy. Algunas de las melodías europeas de los villancicos formaron parte de los misterios y representaciones teatrales medievales del Ciclo de Navidad.
Pero el villancico como tal es una forma musical que – se supone – surge en el Renacimiento español. La denominación de villancico no aparece hasta el siglo XV, aunque existen evidencias de que se cantaba en España desde el siglo XIV.
Cuando en 1552 se prohibieron en los templos de Gran Bretaña, debido a que los puritanos “vetaron” la Navidad, pasaron a ser cantos sueltos que se ejecutaban con motivo de esta celebración.
Y aunque la Navidad volvió a Inglaterra en 1660 con Carlos II, los rituales desaparecieron hasta la época victoriana.
Los villancicos pasaron del pueblo a la Corte, y en los siglos XV y XVI se convirtieron, junto con el Romance, en las composiciones poético – musicales profanas más interpretadas.
El género culto o cortesano se formó con creaciones de grandes maestros, sobre las bases de obras anónimas conocidas muy bien en el pueblo, y pasó a ser un equivalente de la “chanson” francesa o la “villanela” italiana.
La tradición del villancico se transmitió de boca en boca hasta que, en los siglos XIV y XV, se comienza con una verdadera producción y se asienta definitivamente como una costumbre.
Los primeros villancicos de Navidad conservados en España con su música, parecen ser los que trae el Cancionero de Upsala, editado en Venecia, en 1556, y denominado “de Upsala” porque el único ejemplar conocido se encuentra en la Biblioteca de la Universidad de dicha ciudad sueca.
Uno de los máximos representantes de estas composiciones fue Juan de Encina.
También en Iberoamérica tuvieron un gran apogeo de la mano de Sor Juana Inés de la Cruz, Agurto Salazar (México); Araujo, Torrejón (Perú); Juan Ximénez (Colombia).
La mayor parte de los villancicos del Renacimiento se encuentran recogidos en cancioneros. Los más importantes – además de los Upsala, son los Cancioneros de Palacio, de la Colombina, y el de la Casa de Medinacelli.
Desde finales del siglo XIX hasta nuestros días el nombre de villancico ha quedado exclusivamente para denominar a los cantos populares, religiosos o profanos, pero con alusiones al misterio de la Navidad.
Hoy no hay, en período de Navidad, centro comercial, fiesta escolar de fin de año, fiesta de oficina ni celebración de Nochebuena sin villancicos.
(Fuente:wordpress.com)
VILLANCICO MAS POPULAR
En esa noche de Navidad nació una canción que se ganaría un lugar en el corazón de todas las gentes del mundo. Ahora, traducida a cientos de idiomas, se canta por millones de personas cada diciembre, desde las pequeñas capillas de los Andes hasta las grandes catedrales de Antwerp y Roma.
Hoy en día, libros, películas y lugares en Internet están llenos de fantásticas historias que hablan de la historia de Stille Nacht!. Alguna habla de ratones comiéndose los fuelles del órgano de la iglesia y creando así la necesidad de componer un himno que se acompañara con una guitarra. Otros dicen que Joseph Mohr fue forzado a escribir el texto de un nuevo villancico rápidamente ya que el órgano no podría acompañar. Una película reciente, creada por la televisión austríaca sitúa a Oberndorf en los Alpes e incluye a los maliciosos magnates del ferrocarrill y a un sacerdote, mientras que un libro reciente, de un autor alemán habla de una cítara en las manos de Franz Gruber y relaciona a Joseph Mohr con un trágico incendio que desoló la ciudad de Salburg.. Hay algunas afirmaciones sobre que "Stille Nacht" fue cantada en la Noche de Navidad en 1818 y después olvidada por sus creadores. Por supuesto, esto último fue fácilmente descartado ya que aparecieron unos arreglos manuscritos por ambos (Mohr y Gruber) del villancico y que fueron cantados varias veces entre 1820 y 1855.
En esta época de periódicos de formato reducido, no es sorpendente que algunos sintieran la necesidad de inventar anécdotas frívolas y crear fábulas para una historia que es bastante bella en su simplicidad.
El texto alemán para la seis estrofas originales del villancico que conocemos como "Silent Night" fueron escritas por Joseph Mohr en 1816, cuando era un joven sacerdote destinado en la iglesia peregrina de Mariapfarr, Austria. Su abuelo vivía cerca y es fácil imaginar que él pudiera crear este texto mientras caminaba por el campo para visitar a su anciano pariente. El hecho es que no se tiene idea de si algún hecho en particular inspiró a Joseph Mohr a escribir su poética versión del Nacimiento del Niño Jesús. El mundo tiene suerte sin embargo, de que él no se lo quedara atrás cuando fue trasladado a Obernddorf el año siguiente (1817).
El 24 de diciembre de 1818 Joseph Mohr viajó a la tierra de su amigo, el profesor de música, Franz Gruber, que vivía en un apartamento, encima de la casa-escuela cerca de Arnsddorf. Él enseñó a su amigo el poema y le pidió que compusiera una melodía y un acompañamiento de guitarra para que fuera cantado en la Misa del Gallo (Midnight Mass). Su razón para desear el nuevo villancico es desconocido. Algunos especulan que el órgano no funcionaría; otros creen que el pastor asistente, al cual le gustaba mucho la música de guitarra, simplemente quería un nuevo villancico para Navidad.
Después de aquella noche, cuando los dos hombres, seguidos por el coro,de pie frente al altar en la iglesia de St. Nicolás, cantaron Stille Nacht! Heiligen Nacht! por primera vez, dificilmente podían imaginar el impacto que su composición tendría en el mundo.
Karl Mauracher, un maestro constructor y reparador de órganos de Ziller Valey, viajó a Oberndorf para reparar el órgano en varias ocasiones durante los años siguientes. Mientras hacía su trabajo en St. Nicolás, obtuvo una copia de la composición y se la llevó a su tierra. De esta manera empezó su viaje alrededor del mundo como una "canción folk tirolesa". (Tyrolean Folk song).
Dos familias ambulantes que se dedicaban a cantar canciones folk, procedentes del valle de Ziller, similar a la Familia Trapp cantantes de los famosos "Sonidos de la Música", incorporaron este villancico en su repertorio. Según el "Leipziger Tageblatt" (programa de conciertos de la ciudad de Leipzig), Los Strasser cantaron la canción en un concierto en Leipzig en diciembre de 1832. Fue durante ese período cuando algunas notas musicales fueron cambiadas y el villancico evolucionó hacia la melodía que conocemos actualmente. En otra ocasión, según una placa histórica, la familia Rainer cantó el villancico ante una audiencia que incluía al emperador Franz I y al Zar Alexander I. En el año 1839, Los Rainer interpretaron "Stille Nacht" por primera vez en América en el monumento de Alexander Hamilton, fuera de la iglesia de la Trinidad en Nueva York.
Joseph Bletzacher, el cantante de ópera de la corte de Hannover, contó que en 1840 el villancico era ya conocido en Lower Saxony (sur de Sajonia). En Berlín, dice, lo popularizó especialmente el coro de la catedral. Llegó a ser, de hecho, el villancico favorito del rey Frederic William IV de Prusia, especialmente enamorado de esta música, que solía tener un coro catedralicio para cantarlo durante el período de Navidad todos los años.
Con el tiempo la canción llegó a ser famosa a través de Europa. Joseph Mohr murió y el compositor pasó a ser desconocido. A pesar de que Franz Gruber escribió la música y las autoridades en Berlín afirmaron que él fue el compositor, la melodía ha sido asumida como un trabajo de Haydn, Mozart o Beethoven en varias ocasiones, y esta creencia persiste incluso en el s. XX. La controversia terminó hace cuatro años cuando fue autentificado un antiguo arreglo perdido de Stille Nacht de mano de Joseph Mohr. En la esquina superior derecha del documento Mohr escribió "Melodía de Fr. Xav. Gruber".
Durante su vida Franz Gruber hizo una serie de arreglos orquestales de su composición. El arreglo original de guitarra desaparecío, pero existen otros cinco manuscritos de Gruber sobre este villancico. El villancico de Joseph Mohr (ca. 1820) es para acompañamiento de guitarra y probablemente el más cercano al arreglo y melodía de la canción de la Misa del Gallo de 1818.
Años más tarde, la familia Gruber se trasladó a Hallein, donde se encuentra el museo de Fraz Xaver Gruber. Contiene algunos de los muebles de las habitaciones de su primera casa y otros detalles relacionados con la historia de Stille Nacht!, incluida la guitarra de Joseph Mohr. La tumba de Gruber está fuera de la casa y se decora con un árbol navideño en diciembre.
El lugar de la última morada de Joseph Mohr es un pequeñito lugar de esquí de los Alpes, Wagrain. Nació en la pobreza en Salzburg en 1792 y murió póbremente en Wagrain en 1848, donde fue destinado como pastor de la Iglesia. Donó todos sus bienes para la mejora de los cuidados y la educación de los niños del lugar. Su monumento conmemorativo por parte de los ciudadanos es la escuela "Joseph Mohr", situada a una docena de yardas de su tumba. El inspector de St. Johann´s, en un relato al obispo, describe a Mohr como un indiscutible amigo de los hombres, cercano a los pobres, amable y un padre protector.
En 1998 se descubrió que Joseph Mohr no nació en el edificio que se creía: el número 9 de la calle Steingasse, en Salzburgo. La búsqueda en los datos del censo indica que Mohr y su madre residieron en el número 31 de Steingasse. Al mismo tiempo el gobernador de Salzburgo, Franz Schausberger, anunció una nueva iniciativa para promover los lugares culturales relacionados con el villancico y sus compositores. Parece que Austria, finalmente, se dio cuenta de que su tesoro nacional tiene un significado muy especial fuera de su país natal y ha llegado a ser "The Song Heard´Round The World" (la canción más escuchada alrededor del mundo).
Quizá esto sea parte del milagro de Stille Nacht!. Las palabras volaron desde la imaginación de un modesto sacerdote. La música fue compuesta por alguien que no era conocido fuera de su pueblo. No hubo celebridades al cantarlo en su estreno. Sin embargo el poder de su mensaje de paz celestial ha cruzado todas las fronteras y barreras lingüísticas, conquistando los corazones de las gentes de todo el mundo.
(Fuente:http://silentnight.web.za)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)