Para jugar al palo ensebado hay que tener piernas y brazos fuertes que permitan sujetarse pese a lo resbaloso de la grasa.
Este juego consiste en un palo o vara de 20 centímetros de diámetro y de 5 a 6 metros de alto que se encuentra enterrado en tierra. El palo untado en grasa deberá ser trepado para alcanzar el premio que está en la cima.
El objetivo es subir, resbalando una y otra vez hasta que uno de los competidores logra atrapar el premio que puede consistir en billetes, gallinas, botellas de vino, o simplemente una hermosa bandera chilena.
* Origen:
Durante los siglos XVI y XVII en Nápoles había fiestas populares donde en medio de una plaza pública se colocaba una pequeña montaña artificial que simbolizaba el volcán Vesubio. De su cráter salían en erupción salchichones y comida, queso y pastas. La gente acudía para comerse esos alimentos. Este juego se llamaba “cucaña”.
Después la montaña se cambio por un alto poste del que colgaban salchichones y aves. Cuando se convirtió en un palo derecho y alto, se le untó de jabón y se le llamó palo ensebado.
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