domingo, mayo 12
A MIS MADRES AMADAS
En estas líneas expreso mi amor y gratitud a todas las maravillosas mujeres que me criaron, formaron y llenaron mi vida de principios y valores que nunca he olvidado.
Mi abuela paterna, me enseño a ser lúdica, cantar, escuchar historias; ella alimento la fértil imaginación que poseo y me enseño que todo es posible.
A mi madrina de bautizo y confirmación que se preocupo por mí hasta que cumplí la mayoría de edad, pendiente siempre de que nada me faltara.
A la tía que me crio, ella era tía política la esposa de un hermano de mi padre, no tenía hijos propios y de pronto vio estos hijos sin padres y los acogió como propios; lleno nuestras vidas con su amor, comprensión y un deseo enorme de que fuéramos seres humanos de bien.
Cada una de estos mujeres marco mi vida y mi carácter, de cada una de ellas tengo algún gesto, alguna mirada, alguna sonrisa, la manera de ver la vida y el optimismo que nunca me abandona.
Y no me olvido de ti, de la que me llevo en su vientre y me dio la vida, te amo y agradezco tu valor de traerme a esta tierra y no desacerté de mi.
Ahora ya todas se han ido y desde el cielo leerán estas palabras y anhelo que se sientan honradas, soy una buena mujer, con tantas y tan bellas madres no podía ser diferente, júntense para abrir mis brazos y poder fundirme en un abrazo gigante, lleno de gratitud y amor incondicional e infinito, las amo, las extraño, recuerdo siempre sus consejos, que tengan un bello día, las llevo en mi corazón cada minuto de mi vida.
¡¡ Feliz día Madres Mías!!
La Pochocha
DIEZ PASOS PARA SER UNA MADRE MODERNA
Si hace 40 años ser madre era todo un trabajo, hoy el esfuerzo es el doble. La mujer debe equilibrar su vida para convertirse en una buena mamá, esposa y proveedora.
Aquí van algunas que sí pueden ayudarte a salir adelante y a disminuir le estrés que provocan todas estas obligaciones.
1. El que mucho abarca poco aprieta y si te pones a hacer varias cosas al mismo tiempo, terminarás haciéndolas todas a medias. Así que olvídalo y dedícate de a una. Es decir, si tienes que terminar una presentación o un papeleo en el trabajo, termínalo y luego llama a casa para saber de los niños. Sino gastarás el doble de energía en tratar de retomar la tarea dejada a medias y estarás desconcentrada en la segunda.
2. Ya sea después de todas las obligaciones o al mediodía, pero siempre reserva al menos media hora sólo para ti, en la que no le sirvas a nadie y en la que puedas dedicarte a hacer lo que te gusta, te relaja o al menos te descansa.
3. Cada dos semanas sal con tu pareja en plan romántico. Ese día deben salir solos y dedicarse a hablar de ustedes, de lo que les pasa, de lo que viven. Dejar el tema hijos para otra oportunidad.
4. Cuando vayas manejando, sobre todo, escucha música tranquilizadora, que no te acelere, sino que te ayude a tomar las cosas con más calma. Además, si vas con los niños, esa música los tranquilizará a ellos también.
5. Si llegas a casa y resulta no estar tan limpia y ordenada como solía estarlo, pues olvídalo. Es irrelevante. No te vuelvas loca limpiando, mejor déjalo para cuando tengas más energía y aprovecha la que te queda en disfrutarla con tus hijos. Es mucho más gratificante.
6. Sal de vez en cuando con tus amigas y diviértete de lo lindo. Verás lo terapéutico que resulta una conversación con las amigas.
7. Una madre moderna necesita hijos modernos y esto es: que cada uno haga su cama, que ayuden con los quehaceres domésticos y que sean responsables en sus tareas escolares. Explícale que esto te ayudaría a estar más tiempo con ellos jugando en vez de estar persiguiéndolos porque no hicieron los deberes.
8. El saber cómo son tus hijos, lo que les gusta, sienten y viven, te ayudará a tener mayor cercanía con ellos y ser mejor madre.
9. Debes saber en qué flaqueas, pero no obsesionarte con ser perfecta. Basta con que trates de mejorar y ser más humana. Esto es, dejar atrás las culpas, esas que la mayoría de las mujeres tienen una vez que salen a trabajar.
10. Visita a tu familia, mamá, hermanos, tíos, habla con ellos de tus cosas, siempre tendrán un buen consejo para ti.
( Fuente: www.terra.cm/mujer )
REFLEXION SOBRE SER MADRE
Por culpa del azar o de un desliz, cualquier mujer puede convertirse en madre.
Dios la ha dotado a mansalva del “instinto maternal” con la finalidad de preservar la especie.
Si no fuera por eso, lo que ella haría al ver a esa criatura minúscula, arrugada y chillona, sería arrojarla a la basura.
Pero gracias al “instinto maternal” la mira embobada, la encuentra preciosa y se dispone a cuidarla gratis hasta que cumpla por lo menos 21 años.
Ser madre es considerar que es mucho más noble sonar narices y lavar pañales,que terminar los estudios, triunfar en una carrera o mantenerse delgada.
Es ejercer la vocación sin descanso, siempre con la cantaleta de que se laven los dientes, se acuesten temprano, saquen buenas notas, no fumen, tomen leche…
Es preocuparse de las vacunas, la limpieza de las orejas, los estudios, las palabrotas, los novios y las novias; sin ofenderse cuando la mandan a callar o le tiran la puerta en las narices, porque no están en nada..
Es quedarse desvelada esperando que vuelva la hija de la fiesta y, cuando llega hacerse la dormida para no fastidiar.
Es temblar cuando el hijo aprende a manejar, anda en moto, se afeita, se enamora, presenta exámenes o le sacan las amígdalas.
Es llorar cuando ve a los niños contentos y apretar los dientes y sonreír cuando los ve sufriendo.
Es servir de niñera, maestra, chofer, cocinera, lavandera, médico, policía, confesor y mecánico, sin cobrar sueldo alguno.
Es entregar su amor y su tiempo sin esperar que se lo agradezcan. Es decir que “son cosas de la edad” cuando la mandan al carrizo.
Madre es alguien que nos quiere y nos cuida todos los días de su vida y que llora de emoción porque uno se acuerda de ella una vez al año : el Día de la Madre.
El peor defecto que tienen las madres es que se mueren antes de que uno alcance a retribuirles parte de lo que han hecho.
Lo dejan a uno desvalido, culpable e irremisiblemente huérfano.
Por suerte hay una sola. Porque nadie aguantaría el dolor de perderla dos veces.”
( Autora: Isabel Allende)
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