jueves, noviembre 21

LA CASA DE LAS VENTANAS DORADAS


Esta es una historia muy interesante de un jovencito que vivía en el extremo remoto de un hermoso valle.
Todas las mañanas, al salir el sol, veía del otro lado del valle una casa de hermosas ventanas doradas.

Al verse los rayos reflejados del sol, desde el lado opuesto del valle, el jovencito los contemplaba con admiración y embeleso. Pensaba cuán hermoso sería vivir en un lugar de tanta elegancia y esplendor.

Entonces miraba las ventanas empañadas de su propia habitación humilde, y sentía la tenebrosa y abrumadora carga del desánimo.

Con el transcurso de cada día, al ponerse a pensar en la desventaja de sus circunstancias, más y más aumentaba su disconformidad. Por último, llegó a ser tan fuerte su anhelo de vivir del otro lado del valle, que no pudo resistir su empuje.

Decidió abandonar la casa donde había nacido y buscar una vida nueva en el extremo contrario del valle en la bella casa de ventanas doradas.

Emprendió el viaje al día siguiente muy temprano, y todo el día se esforzó por seguir adelante. Al acercarse al otro lado del valle, empezó a buscar su bella casa, ¡pero qué chasco tan grande se llevó al no poder hallarla en ninguna parte!

Como si hubiese intervenido algún poder mágico, la casa de las ventanas de oro había desaparecido.


El sol estaba a punto de ponerse y pronto oscurecería; se hallaba lejos de casa, estaba cansado y solo, tenía hambre y temor.

Decidió sentarse para descansar y resolver que habría de hacer. Al hacerlo, volvió la cara y miró hacia el lado opuesto del valle y el largo camino que había recorrido.
Apenas podía creer lo que vieron sus ojos. ¡Allá, bañada por la luz del sol poniente se reflejaba una hermosa luz dorada!

Y he aquí, lleno de sorpresa, descubrió que su propia habitación era la casa de las ventanas de oro.



http://dl6.glitter-graphics.net/pub/155/155106uwy890rxx9.jpg