Uno de cada cinco adultos mayores ha sido víctima
de algún tipo de maltrato. Más allá de la noción habitual de la
violencia física, esta abarca también la integridad psíquica y moral de
una persona.
De acuerdo al Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama), las
denuncias de agresiones a adultos mayores aumentaron en un 132% entre el
2010 y 2011. En lo que va del 2012, han sido al menos 334 individuos
mayores de 60 años los que ya han manifestado ser blancos de algún tipo
de violencia.
Para el doctor Víctor Carrasco, geriatra del Hospital Clínico de la
U. de Chile, “es un tema tan transparente, que no se ve. Es ocultado
tanto por los propios afectados como por la sociedad”, y agrega que los
agresores suelen ser los cónyuges, hijos e inclusive los nietos de las
víctimas, entre otros parientes. En otros casos, son individuos externos
a la familia.
Golpes, quemaduras, y otras lesiones físicas son sólo la punta del
iceberg, la cual incluye también la contención física, graficada por el
reportaje de televisión emitido a principio de año sobre un hogar de
reposo de La Florida, donde amarraban a los ancianos a las sillas de
ruedas. Otras denuncias han descubierto incluso residencias donde eran
encadenados.
Omisión y aprovechamiento
La agresión física no es la única forma de maltrato. El daño
psicológico, ya sean insultos, amenazas o intimidación, es igual o más
violento. El doctor Carrasco coincide: “frases como ‘¡hasta cuándo
molesta, señora!’, ‘la voy a dejar en una casa de reposo si sigue así’,
forman parte del maltrato de anulara la persona, de que esta no tenga
opinión ni decisión. Es, probablemente, el más doloroso para las
personas mayores”.
El abandono o negligencia -como es no llevar a los controles
médicos, no dar medicamentos o los insumos básicos para los abuelos –
también significan una grave falta, pues no preocuparse por los cuidados
personales y enfermedades de los ancianos vulnera su bienestar y
derechos básicos.
El maltrato económico o patrimonial es otra realidad de la tercera
edad. “No hace demasiado tiempo nos llegó un mail de una paciente que
había sido engañada por un sobrino”, relata el geriatra, recalcando la
alta frecuencia del abuso financiero, que va desde la apropiación de
viviendas hasta del dinero o de otras pertenencias del anciano.
“Los hijos le piden que les traspase legalmente la propiedad, y
después se desentienden del abuelo, quien era el dueño. Al cobrar las
pensiones, hacen mal uso de ellas. Usan los fondos o los bienes, sacan
las firmas…engañan”, enumera el médico del Hospital Clínico.
Chile senior
Es importante destacar que la población senil en el país va en
aumento, debido al incremento en la esperanza y calidad de vida
producido por los avances científicos y tecnológicos. Ahora es el
momento de erradicar malas prácticas que deterioran la integridad física
y psicológica de los mayores, y para ello se requiere trabajo en
conjunto.
La Ley de Violencia Intrafamiliar sufrió en 2010 una modificación
que incluyó el maltrato a la tercera edad ante la preocupación suscitada
por esta realidad.
Para el geriatra del Hospital Clínico, no es suficiente: “no hay
una ley específica para el maltrato al adulto mayor, que es una de las
reivindicaciones que la Sociedad de Geriatría y de Gerontología tiene”.
La necesidad de más especificidad obedece a las particularidades de
este tema, que afectan a una persona dependiente por sus dificultades
físicas y, en ocasiones, mentales debido a enfermedades cerebrales (como
el Alzheimer). Esto sin considerar otras patologías de diversa índole
que les afectan de distintas maneras.
El cambio, sin embargo, viene de la mano de la educación y cultura
del país. “Si estamos enseñando a nuestros niños que los abuelos son
desechables, que ojalá se mueran luego y que hay que quitarles todo, los
niños van a aprender eso”, afirma el geriatra, quien destaca la labor
familiar para fomentar el cuidado y respeto hacia las personas mayores.
El doctor Carrasco es claro al proponer: “así como es transversal
la sexualidad o los derechos humanos, también debiera ser transversal
como objetivo educacional, en enseñanza básica por lo menos, el tema del
maltrato y de la violencia intrafamiliar”.
Denuncia
Si sabe de algún caso donde se abuse y vulneren los derechos de
adultos mayores, denuncie este hecho a instituciones como Carabineros
(teléfono: 133), PDI (teléfono: 134), SENAMA (Fono Mayor: 800 400 035) o
a tribunales de familia. Los antecedentes personales serán protegidos.
No se debe favorecer la impunidad, sino el fortalecimiento de los
valores sociales y el respeto intergeneracional.
( Fuente: La Segunda On Line )