miércoles, octubre 7
CHISTES CORTOS
- Entran 2 chicos al salon de clases, y la maestra le dice a uno de ellos:
Alumno, ¿por qué llegó tarde?
Es que estaba soñando que viajaba por todas partes, conocí tantos países, y me desperté un poco tarde.
¿Y usted, alumno?
¡Yo fui al aeropuerto a recibirlo!
- Entra una señora a la carnicería y dice:
Deme esa cabeza de cerdo de allí.
Y contesta el carnicero:
Perdone señora, pero eso es un espejo.
- ¿Cómo se dice estoy muerto en Inglés?
Memory.
- En un tiroteo entre policías y ladrones, la policía detiene a un ciego. Luego de un rato lo sueltan porque, NO TENÍA NADA QUE VER...
- Era un hombre tan vago, que cuando se murió sus amigos pusieron la siguiente inscripción en su tumba: "Aquí continúa descansando..."
- ¿Por qué esta triste el cuaderno de matemáticas?
Porque tiene muchos problemas.
- Va un niño y le pregunta a su mamá:
Mamá, mamá, ¿cuál es la fecha de mi nacimiento?
Y dice la mama:
El 22 de abril.
¡Que coincidencia, el mismo día de mi cumpleaños!
- ¿Qué le dice Tarzán a un ratón?
¡Tan pequeño y con bigote!
¿Y qué le dice el ratón a Tarzán?
¡Tan grandote y con pañal!
- ¡Mama! ¡Mama! en el colegio me dicen fin de semana.
¿Por qué Domingo?
- Do you speak English?
¿Cómo dice usted?
Do you speak English?
¡No lo entiendo!
Le pregunto que si habla usted Inglés.
¡Ah sí, perfectamente!
BIOGRAFIA OSCAR WILDE
Oscar Wilde
nació un 16 de octubre de 1854 en Dublín, Irlanda. Fue el
segundo de los tres hijos de Sir Williams Robert Wills Wilde
(científico, padre de la otología moderna) y Jane Francesca Elgee( quien escribía bajo el seudónimo de Speranza sus artículos políticos y poesías en las que exaltaba al pueblo irlandés; nacionalista y feminista).
Educado en los mejores colegios de Dublín y luego en Oxford. Se casó con Constance Lloyd con quien tuvo dos hijos, le tocó en suerte vivir durante el reinado de la Reina Victoria (1837-1902).
En 1874, ganó la Medalla de Oro Berkeley por su trabajo en griego sobre poetas griegos e ingresó en el Magdalen College de Oxford, gracias a una beca de 95 libras anuales.
Apenas dos años después de su llegada a Londres se convirtió una figura pública, caracterizó su persona desde la vestimenta, siempre a la moda y con ciertos toques extravagantes, a las opiniones intelectuales y políticas. Vivió en forma coherente con sus postulados casi toda su vida. El éxito lo acompañó, sus libros encantaban y sus obras teatrales generaban expectativa en todo Londres.
Si bien, la transgresión de las austeras normas imperantes fue una constante, (Wilde cenaba con panteras, muchachos de los barrios bajos) su lucha contra la mojigatería victoriana también se planteaba en términos estéticos.
Sus opiniones políticas, como irlandés y heredero de la poderosa influencia de su madre, lo hicieron sostener en varios ensayos que: la sensibilidad y profundidad de los celtas no tenían por qué estar sometida a la frivolidad y el burdo sentido práctico de los teutones. Afirmación que, en boca de un nativo, al decir de George Bernard Shaw, de "la otra isla de John Bull", lo enemistó con la critica literaria londrinense, comprometida con la infalibilidad del proyecto burgués de civilización del imperio británico; en la creencia de que todos los pueblos del planeta le merecían incondicional entrega.
La Sociedad de la que él se rió, y que rió con él y más tarde de él, tenía a "John Bull" como el personaje que representaba el espíritu inglés, industrioso y confiable, maduro y racional, adulto y masculino. En contraposición con "Paddy", el espíritu irlandés, que es indolente, inestable y emocional, infantil y femenino.
En 1876 logró el primer lugar del Premio en literatura griega y latina, y en 1877 le fue otorgado el Premio Newdigate por su poema Ravena y obtuvo el título de Bachelor of Arts.
En 1891 publicó una serie de ensayos (Intenciones) que hicieron que se le considerase uno de los máximos representantes del esteticismo, cuyos aspectos más deslumbrantes y exquisitos puso de manifiesto tanto en su obra como en su vida. Su repudio de las convenciones y su extravagante comportamiento le hicieron famoso en los ambientes mundanos de Paris, Londres y Estados Unidos (donde en 1882 realizó una brillante gira de conferencias).
Dirigió The Woman's World, revista de marcada tendencia feminista, y dio a la imprenta un texto en abierta defensa del socialismo (The Soul of Man under Socialism). Tras publicar un volumen de Poemas (1881), sus celebres relatos (El príncipe feliz, 1888; El fantasma de canterville, 1888, El crimen de Lord Arthur Saville y otras narraciones, 1891), y su única novela, El retrato de Dorian Grey, considerada una de sus obras maestras, triunfó como dramaturgo con: El abanico de lady Windermere (1892), Una mujer sin importancia (1893) y La importancia de llamarse Ernesto (1895) muestras ejemplares de su enorme talento y de la sutileza de sus irónicos diálogos.
Poco despues de cumplir cuarenta años (durante 1895), fue acusado por el marqués de Queensberry de sodomía y ultraje a la moral, en contra de su hijo, Alfred Douglas, con quien mantenía una relación íntima. Como resultado de lo cual fue encarcelado durante dos años.
Una vez en libertad, cambia su nombre al de Sebastian Melmoth y se traslada definitivamente a París donde fallece cinco años después, víctima de meningitis en el Hotel d'Alsace.
Educado en los mejores colegios de Dublín y luego en Oxford. Se casó con Constance Lloyd con quien tuvo dos hijos, le tocó en suerte vivir durante el reinado de la Reina Victoria (1837-1902).
En 1874, ganó la Medalla de Oro Berkeley por su trabajo en griego sobre poetas griegos e ingresó en el Magdalen College de Oxford, gracias a una beca de 95 libras anuales.
Apenas dos años después de su llegada a Londres se convirtió una figura pública, caracterizó su persona desde la vestimenta, siempre a la moda y con ciertos toques extravagantes, a las opiniones intelectuales y políticas. Vivió en forma coherente con sus postulados casi toda su vida. El éxito lo acompañó, sus libros encantaban y sus obras teatrales generaban expectativa en todo Londres.
Si bien, la transgresión de las austeras normas imperantes fue una constante, (Wilde cenaba con panteras, muchachos de los barrios bajos) su lucha contra la mojigatería victoriana también se planteaba en términos estéticos.
Sus opiniones políticas, como irlandés y heredero de la poderosa influencia de su madre, lo hicieron sostener en varios ensayos que: la sensibilidad y profundidad de los celtas no tenían por qué estar sometida a la frivolidad y el burdo sentido práctico de los teutones. Afirmación que, en boca de un nativo, al decir de George Bernard Shaw, de "la otra isla de John Bull", lo enemistó con la critica literaria londrinense, comprometida con la infalibilidad del proyecto burgués de civilización del imperio británico; en la creencia de que todos los pueblos del planeta le merecían incondicional entrega.
La Sociedad de la que él se rió, y que rió con él y más tarde de él, tenía a "John Bull" como el personaje que representaba el espíritu inglés, industrioso y confiable, maduro y racional, adulto y masculino. En contraposición con "Paddy", el espíritu irlandés, que es indolente, inestable y emocional, infantil y femenino.
En 1876 logró el primer lugar del Premio en literatura griega y latina, y en 1877 le fue otorgado el Premio Newdigate por su poema Ravena y obtuvo el título de Bachelor of Arts.
En 1891 publicó una serie de ensayos (Intenciones) que hicieron que se le considerase uno de los máximos representantes del esteticismo, cuyos aspectos más deslumbrantes y exquisitos puso de manifiesto tanto en su obra como en su vida. Su repudio de las convenciones y su extravagante comportamiento le hicieron famoso en los ambientes mundanos de Paris, Londres y Estados Unidos (donde en 1882 realizó una brillante gira de conferencias).
Dirigió The Woman's World, revista de marcada tendencia feminista, y dio a la imprenta un texto en abierta defensa del socialismo (The Soul of Man under Socialism). Tras publicar un volumen de Poemas (1881), sus celebres relatos (El príncipe feliz, 1888; El fantasma de canterville, 1888, El crimen de Lord Arthur Saville y otras narraciones, 1891), y su única novela, El retrato de Dorian Grey, considerada una de sus obras maestras, triunfó como dramaturgo con: El abanico de lady Windermere (1892), Una mujer sin importancia (1893) y La importancia de llamarse Ernesto (1895) muestras ejemplares de su enorme talento y de la sutileza de sus irónicos diálogos.
Poco despues de cumplir cuarenta años (durante 1895), fue acusado por el marqués de Queensberry de sodomía y ultraje a la moral, en contra de su hijo, Alfred Douglas, con quien mantenía una relación íntima. Como resultado de lo cual fue encarcelado durante dos años.
Una vez en libertad, cambia su nombre al de Sebastian Melmoth y se traslada definitivamente a París donde fallece cinco años después, víctima de meningitis en el Hotel d'Alsace.
CODIGO DE BARRAS
Hoy, no hay prácticamente ningún producto de consumo que no sea escaneado por un lector de código de barras. Y es que, desde que se implementó hace más de treinta años, el dispositivo se ha convertido en un imprescindible al ir de compras.
Aunque el primer sistema de código de barras fue patentado en octubre de 1949 por NormanWoodland y Bernard Silver, no fue hasta la década de los setenta que éste evolucionó permitiendo una mejor y más oportuna compra.
Lo que partió como una faja que transportaba a los productos para que fueran leídos por un foto detector, finalmente se optimizó con la creación del Universal Product Code (UPC) de NCR, que se convirtió en el estándar de identificación de productos, generando la actualización automática de inventarios y el reabastecimiento de bienes.
El 26 de junio de 1974, se recuerda con nostalgia. Diez unidades de chicles Wrigley fue el primer producto leído por este sistema de NCR en una tienda de Troy, Ohio. El acontecimiento, ocurrido específicamente en el Marsh Supermarket de ese Estado, marcó para siempre el destino de la tecnología.
“Cuando aquel paquete de chicles fue movido a través de la ventana de escáner y un rayo láser leyó el código de barras impreso sobre el paquete, fue el principio de una nueva era para la venta al por menor”, comenta Lee Nicholson, Vicepresidente de MIS para Indianopolis de MarshSupermaket.
El interés de las empresas y de los consumidores fue tal, que rápidamente generó cientos de titulares en periódicos y en publicaciones comerciales en Estados Unidos, Canadá y en otros países. Miguel Webster, Vicepresidente de NCR y Gerente General de Retail y hospitalidad de NCR, agrega que “esa primera transacción mediante un código de barras NCR, generó una transformación de gran impacto en todo el mundo, lo que demuestra que NCR siempre se ha dedicado a entregar soluciones innovadoras, las cuales pretendemos conducir bien en el futuro”.
Y aunque esta “lectura digital” que revolucionó a la industria del retail al agilizar los procesos de compra, al dar más información a minoristas y al provocar un mayor control de inventario y de otras áreas de operaciones de tienda, sea suplantada por el incontenible flujo de la modernidad, sin duda será recordada como un hito en la cronología tecnológica.
Breve historia
El primer código fue llamado “bull’s eye code” y fue registrado por Woodland y Silver a fines de los cuarenta. Veinte años más tarde, se implementó el escáner fijo de códigos de barra en el Sylvania General Telephone para identificar los vagones de ferrocarriles. El proyecto no prosperó, puesto que las etiquetas que contenían los códigos no tuvieron un mantenimiento adecuado.
A comienzos de los setenta, aparecieron las primeras aplicaciones industriales, pero sólo destinadas a obtener un mejor manejo de información. Fue en esa década donde, además, apareció el primer terminal portátil de datos que utilizaba un lápiz de contacto, aplicaciones para controlar documentos de bibliotecas y otras para verificar automáticamente la información archivada en los bancos de sangre.
Con el UPC de NCR se logró una compra más oportuna, siendo el momento más destacado en la historia del código de barra.
Posteriormente, en los ochenta destaca su utilización en el servicio postal norteamericano y, en los noventa, la evolución al código bidimensional.
(Fuente: "El Nortero" - Diario de la ciudad de Antofagsta)
Aunque el primer sistema de código de barras fue patentado en octubre de 1949 por NormanWoodland y Bernard Silver, no fue hasta la década de los setenta que éste evolucionó permitiendo una mejor y más oportuna compra.
Lo que partió como una faja que transportaba a los productos para que fueran leídos por un foto detector, finalmente se optimizó con la creación del Universal Product Code (UPC) de NCR, que se convirtió en el estándar de identificación de productos, generando la actualización automática de inventarios y el reabastecimiento de bienes.
El 26 de junio de 1974, se recuerda con nostalgia. Diez unidades de chicles Wrigley fue el primer producto leído por este sistema de NCR en una tienda de Troy, Ohio. El acontecimiento, ocurrido específicamente en el Marsh Supermarket de ese Estado, marcó para siempre el destino de la tecnología.
“Cuando aquel paquete de chicles fue movido a través de la ventana de escáner y un rayo láser leyó el código de barras impreso sobre el paquete, fue el principio de una nueva era para la venta al por menor”, comenta Lee Nicholson, Vicepresidente de MIS para Indianopolis de MarshSupermaket.
El interés de las empresas y de los consumidores fue tal, que rápidamente generó cientos de titulares en periódicos y en publicaciones comerciales en Estados Unidos, Canadá y en otros países. Miguel Webster, Vicepresidente de NCR y Gerente General de Retail y hospitalidad de NCR, agrega que “esa primera transacción mediante un código de barras NCR, generó una transformación de gran impacto en todo el mundo, lo que demuestra que NCR siempre se ha dedicado a entregar soluciones innovadoras, las cuales pretendemos conducir bien en el futuro”.
Y aunque esta “lectura digital” que revolucionó a la industria del retail al agilizar los procesos de compra, al dar más información a minoristas y al provocar un mayor control de inventario y de otras áreas de operaciones de tienda, sea suplantada por el incontenible flujo de la modernidad, sin duda será recordada como un hito en la cronología tecnológica.
Breve historia
El primer código fue llamado “bull’s eye code” y fue registrado por Woodland y Silver a fines de los cuarenta. Veinte años más tarde, se implementó el escáner fijo de códigos de barra en el Sylvania General Telephone para identificar los vagones de ferrocarriles. El proyecto no prosperó, puesto que las etiquetas que contenían los códigos no tuvieron un mantenimiento adecuado.
A comienzos de los setenta, aparecieron las primeras aplicaciones industriales, pero sólo destinadas a obtener un mejor manejo de información. Fue en esa década donde, además, apareció el primer terminal portátil de datos que utilizaba un lápiz de contacto, aplicaciones para controlar documentos de bibliotecas y otras para verificar automáticamente la información archivada en los bancos de sangre.
Con el UPC de NCR se logró una compra más oportuna, siendo el momento más destacado en la historia del código de barra.
Posteriormente, en los ochenta destaca su utilización en el servicio postal norteamericano y, en los noventa, la evolución al código bidimensional.
(Fuente: "El Nortero" - Diario de la ciudad de Antofagsta)
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